CON LA ARMADURA PUESTA





SABIDURÍA 4,10-12


Agradó a Dios y fue amado, y como vivía entre pecadores, fue trasladado. Fue arrebatado para que la maldad no pervirtiera su inteligencia o el engaño sedujera su alma; pues la fascinación del mal empaña el bien y los vaivenes de la concupiscencia corrompen el espíritu ingenuo.

Tu entorno puede definir tus acciones, cuida tu ambiente.


Vivir en medio de la maldad es inevitable, sobretodo en estos tiempos que el mundo fue entregado al pionero del mal. Pero nuestro Padre celestial tiene planes para nosotros en este mundo y nos cubre con su poder; el respalda a todos los que le aman de corazón.

Dios suele hacer llamados especiales a sus hijos, si el Señor te llamo a servirle de alguna forma debes cuidar tu llamado. ( Juan 15:16)

Como vemos en el texto de Sabiduría Dios arrebato de lugar a ese que amo para que no se corrompiera. Así como una manzana mala daña a las demás, así nos podrá pasar a nosotros si frecuentamos la tentación.

Estamos llamados para ser luz en medio de las tinieblas, pero esta luz la debemos recargar a los pies de Jesús, si nos confiamos y olvidamos la comunión podemos quedar envueltos en las tinieblas.

Lo cierto es que en la actualidad en todas partes vemos maldad, y el ataque del enemigo puede venir desde el que menos uno piensa, inclusive dentro de la familia.


3 claves para cuidarte de tu entorno y revestirte de la armadura de Jesús.


  •  Oración para aumentar la Fe: La oración debe ser un habito diario, tal cual tenemos la necesidad de comer, debemos de trabajar en tener el apremio de hablar con nuestro Padre.

  • Lectura diaria para accionar según Jesús: Guía de vida nos da las Sagradas Escrituras, nuestro objetivo es asemejarnos a Jesús y en la Biblia encontramos el método eficaz.

  • Ayuno para ser fuertes ante la tentación: El ayuno vence nuestra carne, traduce carne como nuestras pasiones, lo opuesto de esto es el amor, en pocas palabras el ayuno fortalece el espíritu. Tu espíritu es el que le hace la batalla al tentador.

Mantente alerta, lo que el maligno no puede destruir, lo distrae.






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