TU CUERPO LE PERTENECE A SU CREADOR

 





Esta reflexión pretende destruir el discurso abortista que ratifica que el cuerpo le pertenece a la mujer y por esa razón tiene la potestad de matar al niño de su vientre si así lo desea. En efecto, nosotros tenemos autoridad sobre nuestros cuerpos y el poder de decidir como actuamos con nuestras vidas. Pero mi análisis busca profundizar en esa premisa.

¿Quién creo mi cuerpo? ¿Qué nos dice la biblia?

Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. Romanos 1:20

Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes. Efesios 2:10

Podemos encontrar muchos textos que nos ratifican que nuestro creador es Dios, si tenemos un creador las funciones de nuestro cuerpo deben estar al servicio de ese creador, el que se niegue a poner su naturaleza para el servicio del reino esta ofendiendo a quien lo creó. Esto también puede aplicar para los que abiertamente se niegan a tener hijos.

Pero sabiendo que es inútil refutar esta premisa a alguien que no cree en Dios, podemos entrar en su campo y encontrar puntos en contra de ellos. Podemos coincidir que alguien o algo nos creo, y la función reproductiva esta en la mayoría de nosotros, de igual manera negarse a eso es negarse a nuestra propia naturaleza, tu cuerpo no es tuyo. ¿Quién es capaz de crear su propio riñón? ¿Quién de nosotros logro crear su propio brazo? Si ninguno de nosotros logramos crearnos directamente, es absurdo decir que nuestro cuerpo nos pertenece. Imagínense que un científico crea un robot para cortar legumbres y un día de la nada el robot se niega a realizar esta función, probablemente el científico se moleste y busque destruirlo no sin antes echarle en cara que el fue quien lo creo y se debe a el. Bueno, esto lo puede hacer Dios, pero no lo hace por misericordia.

Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es Dios. Hebreos 3:4

Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable!¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! Salmo 139:13-14





Comentarios